martes, noviembre 23, 2010

Oda Choricera (pero de los que se comen, no de los políticos)

Oh sabroso embutido
que en cuanto mi estómago toca
hace que suelte tremendo rugido
de los que hasta el vecino nota.

Eres comida completa,
saciante como ninguno,
capaz con un eructo de traer de vuelta
hasta el más remoto de los desayunos.

Tu rojo color es hermoso,
tu esencia dura y carnosa,
todo tú eres sabroso...
joder, que me estas recordando a otra cosa!

Sólo te veo una pega,
y eso que soy de los que comparte,
y es que me dejas con un aliento
con el que a cualquiera soy capaz de tumbarle.