jueves, enero 14, 2010

El gimnasio y yo (vol.2)

Dia 2

El ejercicio va a acabar con la poca salud que tengo.

Ayer no me pude mover apenas por un dolor bestial en las piernas (y yo sigo diciendo que no son agujetas, leñe, que me conozco las agujetas de toda la vida y esto duele, no molesta), pero como dije no pienso abandonar...así que ni corto ni perezoso, me puse el pantalon del chandal que me hace parecer una morcilla de Burgos, la camiseta de Adidas que en otra época tan bien me quedaba y que ahora...me queda a secas, y me arrastré hacia el gimnasio a una velocidad asombrosa...sombrosamente lento.
No podía dar dos pasos en condiciones sin que las piernas me fallasen, pero mis huevos hacen de contrapeso al dolor y pude llegar al gimnasio...para recordar de repente que el acceso es por unas escaleras que bajan.
Me agarro a la barandilla y bajo disimuladamente hasta que mi "gran amigo Joe" (joé me ha visto) me saluda con la mano desde el otro lado de recepción y me hace señas para que vaya con él.
Lentamente me encamino a los vestuarios, como el que bicho que va al matadero, me despojo de la chaqueta y el paraguas, de la braga del cuello y lo meto todo en la taquilla...para salir y encontrarme al Hulk moreno ese esperándome en la puerta.

Le comento lo del dolor de piernas y me dice "no te preocupes, vamos p´arriba"(pa mi que este tio y yo no hablamos el mismo idioma).
Me señala a la bici-avión del dia anterior y me dice "20 minutos para calentar"...estooo...¿mis piernas?¿duelen? ...ni puto caso, definitivamente hablamos idiomas distintos.

Total, me siento-arrastro hasta la cosa aquella con botones y pedales (malditos, estaos quietos y dejadme meter los pies) y comienzo mi Giro de Italia particular.

20 minutos más tarde, el dolor de piernas no estaba...y mis piernas tampoco.
Ya no sentía ni padecía.
Me levanto como puedo y valoro seriamente la idea de huir por la puerta trasera mientras "mogambo" está distraido, pero recuerdo que aú tengo huevos y decido despeñarme por las escaleras hasta donde estaba el tio levantando 100 kg. como si nada (bueno, como si nada tampoco, que el tio pegaba unos berridos que ni los levantadores de piedra vascos, oyes).

Me ve, deja las pesas y viene hacia mí con una sonrisa en los labios...por diossss, que no me diga que levante yo esooo.
Me da dos mini-mancuernas y me dice que repita los ejercicios del otro día, pero que en vez de 3 series de 10 repeticiones, haga 7 series de 15 (eeesooo...empezando suave).
Media hora más tarde el tio ha conseguido el milagro...ya no me siento ni las piernas ni los brazos...me veo escribiendo mañana con un lapiz en la boca.

Me mira y me dice que solo queda una última cosa...otros 10 minutos de bici-avión.
Lo dicho, voy a tener que preguntar en recepción de que pais es el bicho este para poder hablar en su mismo idioma...no me extrañaría que "me duelen las piernas" en su idioma signifique algo así como "tio, estas volviendote flojo, machácame las piernas, que no noto mejoría".

PD-intentaré volver mañana una vez más...si no teneis noticias mías en un tiempo, mandad una unidad de rescate al gimnasio a por mi, por favor.

miércoles, enero 13, 2010

El gimnasio y yo

Dia 1

Dicen que el ejercicio es salud...pues no se yo que deciros.
Todo empezó tiempo atrás cuando hicimos un "pacto" en casa...nos apuntaríamos los tres (que no te vas a librar por que no hayas vuelto aún, Aelis) al gimnasio para ponernos en forma, perder peso y tonificar musculatura...o dicho de otro modo, que o me apuntaba al gimnasio o teníamos que hacer reformas en la puerta de casa porque no iba a poder entrar ni de canto, y como el gimnasio sale más barato...

Bueno, dicho y hecho...nos ponemos a ello y nos bajamos a un gym que hay a pocas calles de donde vivimos, nos apuntamos y nos enseñan las instalaciones.
A mi de primera mano no me dió muy buena espina que el monitor fuese un negro que me sacaba dos cabezas (y yo mido 1,78) y que en cuestión de cuerpo fuese un doble del "Chuache" pero en versión tostado, pero claro, con las manos como palas que tiene el tio cualquiera le dice nada.

Nos cambiamos en los vestuarios (Lys y yo, que la traidora de Aelis aún sigue en Lepe con la "excusa" del mal tiempo) y, al salir me encuentro al armerio moreno ese esperándome para ponerme a punto.

-"Espera a que salga mi novia, que venimos los dos juntos", digo yo con sudores frios recurriendo mi espalda.

-"Ok", me dice "mandingo"

Sale Lys del vestuario y le digo que vamos a calentar con el "muchacho", a lo que ella me dice..."Ve tú, que yo voy a la clase de baile latino" (Traidora)

Total, que sin excusas a la vista, me coge el "pequeño salta-jaras" y me dice:

-"Vamos arriba, a hacer cardio", a lo que yo pensé (Joer, ¿tan mal me ve que ya me lleva a la sala de reanimación?)

Pero no, subimos y me dice que me monte a una máquina que, espera que la busco por interné y la pongo que terminamos antes...como esta

Miro al chisme aquel, el chisme me mira a mí,me subo, la agarro por los "cuernos" y empiezo a moverlos p´alante y p´atras mientras pienso..."coño, pues no esta tan mal esto...no es tan complicao", a lo que el "morlaco" me dice que muy bien, pero que lo estoy haciendo al revés y que en vez de ir hacia adelante, estoy yendo hacia atrás.

Tras 10 minutos en la maquina cornuda de esquí de fondo (como yo la llamo), me dá un calambre en el muslo izquierdo (joer, ¿qué esperábais? si hace años que no hago ejercicio de forma decente) y me bajo de la máquina dolorido (a todo esto, el tio me había dicho que estuviese 40 minutos...pa calentar).
Sorprendido descubro que las piernas no me responden y que ando con un estilo mezcla de el pato Donald y un vaquero de las pelis del Oeste.
Bajo las escaleras con toda la dignidad que mis andares me permiten y busco al "pequeño".

Cuando el tio me ve, le digo que me ha pegado un tirón y que creo que hemos empezado demasiado fuerte, a lo que me responde..."no te preocupes, vamos p´arriba y te pones en otra máquina"

Subimos (nuevamente con estilo John Wayne) y dice que voy a hacer bicicleta, a lo que yo pienso en las bicicletas estáticas de toda la vida, de esas con manilar, sillín...pues no.
Me señala una cosa con pedales en la que estas casi tumbado y que tiene un cuadro de mandos que ni un Boing 747 (estuve tentado que no tengo ni carnet de conducir, cuanto más de piloto de uno de esos chismes).

Total, que me siento en la máquina de marras y, tras una pelea con los malditos pedales para poder meter el pie, empiezo a pedalear...y a sudar...y a pedalear...y a sudar...y...bueno, ya os haceis una idea.

Tras una media hora pedaleando, el cuentakilometros de aquel chisme marcaba 10 Km., a lo que pensé que debía estar jodido porque mis piernas decían que había subido el Tourmalet un par de veces por lo menos.

Me bajo como buenamente puedo de aquella máquina infernal (tras otra pelea con los malditos pedales, que amenazaban con quedarse con mis pies) y, con mi ya conocido porte de vaquero (por los andares), bajo otra vez.
Me ve otra vez el muchacho y me pone a hacer pesas.

No me voy a entretener mucho más, porque tras varias series de ejercicios con sus respectivas repeticiones, el tio me dijo que por hoy era suficiente.

La gracia del tema fué cuando al poco sale Lys de la clase de baile y le digo que me voy a casa.

-"¿Ya te vas? Pero si no hemos hecho nada..."

-No lo habrás hecho tú en la clase de baile...

PD-Hoy, el dia despues, no he ido al gym porque las piernas no me responden, pero no pienso abandonar.